Los electrodomésticos forman parte de nuestro día a día, por lo que es habitual la compra de ellos cuando alguno se nos estropea o se nos avería.
Tanto es así, que la variedad en el mercado de los electrodomésticos es muy amplia y extensa. Hay tanto tipos y marcas que muchas veces no sabes por cuál decantarte y cuál se adapta mejor a tus necesidades.
De este modo, está claro que, cuando llega la hora de comprar uno nuevo, hay que tener en cuenta diferentes aspectos con respecto al aparato o electrodoméstico, sobre todo para que no nos engañen. ¡Recordad que lo barato suele salir caro!
Así, podemos resumir en cuatro los aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar un electrodoméstico.
1. La capacidad del electrodoméstico
Uno de los aspectos más importantes que se deben mirar es la capacidad del electrodoméstico. En este caso no es lo mismo la adquisición de, por ejemplo, calderas, para una familia de tres que para una familia más numerosa.
Para ello, lo primero que se debe tener en cuenta es el número de miembros de la familia. Así, si por ejemplo vives solo o en pareja, igual te compensa más tener una nevera más pequeña que consuma menos o una lavadora que soporte menos kilogramos de ropa.
Toda esta capacidad que te puede suponer elegir un electrodoméstico u otro, va a ser clave en el precio y en el ahorro, pero también va a ser beneficioso para el medio ambiente, ya que consumirás lo que necesites, no más.
2. La eficiencia energética
Es uno de los primeros aspectos que se deben mirar, ya que la eficiencia energética de un electrodoméstico es una de las cosas que más nos va a ayudar a ahorrar.
¿Cómo se observa la eficiencia energética de un electrodoméstico? En la etiqueta energética. Desde 1995, la Unión Europea obligó a clasificar todos los electrodomésticos en función de su eficiencia.
Así, se establecieron unas categorías que van desde la A+++, siendo esta la categoría más eficiente, hasta la D, siendo esta la menos eficiente. Es una manera sencilla de informar, a través de las letras, pero también de los colores, a los consumidores del producto. Los colores son el verde para las etiquetas de los electrodomésticos más eficientes, y el rojo para los menos eficientes.
Con esto, se puede ver, por ejemplo, la eficiencia energética que tiene un aire acondicionado o una lavadora, y tener en cuenta, que cuánto más eficiente sea, menos consumo de luz producirá. Además, estipula cuáles son aquellos electrodomésticos más responsables con el medio ambiente y, por tanto, más sostenibles.
3. Las especificaciones
Es importante también observar cuáles son las prestaciones y las especificaciones de cada electrodoméstico.
En este sentido se refiere a las características de cada uno de ellos. Por ejemplo, si tenemos en cuenta una lavadora o un horno, hay muchos modelos diferentes. Uno puede ofrecer más programas de lavado o más funciones de hornear, como al vapor.
Por ello, debes observar, primero, cuáles son tus necesidades, es decir, qué necesitas de ese electrodoméstico. Si usamos de ejemplo el horno, si solo lo vas a usar con sus funciones básicas, debes enfocar la búsqueda del mismo a un horno que ofrezca esas prestaciones. Es una forma de ahorrar porque no te vas a gastar más dinero en un horno más moderno si no le vas a dar utilidad.
También, aunque es lógico, se deben observar las medidas del electrodoméstico y el espacio que ocupan, ya que puede llegar a ser un problema. Muchas veces, pensamos que todos los hornos o las lavadoras tienen las mismas medidas y a la hora de sustituirlo, nos damos cuenta que hemos comprado un electrodoméstico que no se adapta al hueco que tienes.
4. La garantía
Según la normativa, todos los fabricantes deben dar de garantía dos años desde la compra de un electrodoméstico, la cual es ampliable a dos años más en la mayoría de los casos, pagando una cuota adicional.
De este modo, a la hora de comprar un electrodoméstico debes observar bien esta garantía y observar qué cubre, ya que muchas veces puede ocurrir que solo cubre defectos de fábrica. Así, es ideal que cubra también los defectos por su uso, para tener una garantía lo más completa posible.
Además, y, por último, hay que tener en cuenta en qué casos es mejor ampliar esa garantía, ya que hay electrodomésticos que tienen un uso mayor que otros e igual, lo ideal es optar por una ampliación de la garantía, para asegurar una reparación o sustitución gratuita.