En invierno, las bajas temperaturas hacen que nuestro consumo en calefacción y agua caliente aumente. Aunque parezca imposible, hay formas de ahorrar en el recibo de la luz si tienes un termo eléctrico. Tan solo debes tomar nota de estos consejos que te ayudarán a no desperdiciar tanto dinero.
COSAS QUE SÍ DEBERÍAS HACER PARA AHORRAR LUZ CON TERMO ELÉCTRICO
1. Instalar un termo híbrido
Los termos híbridos son la perfecta combinación entre bomba de calor y resistencia eléctrica. Emplean, principalmente, la energía eléctrica para funcionar, pero extraen una pequeña bomba de calor del aire para calentar el agua. Los datos indican que con este tipo de termo puedes ahorrar hasta un 60%.
2. Colocar aireadores en los grifos
Los aireadores son accesorios en los grifos que se instalan fácilmente y sirven para reducir el caudal de agua pero sin perder el confort. En otras palabras: sirven para ahorrar agua y apenas se nota el cambio.
3. Utilizar un buen aislamiento
Los nuevos termos normalmente vienen con un buen aislamiento en el propio aparato, lo que antes no era tan común. Si el termo pierde calor estará perdiendo en vano litros de agua caliente, así que revisa el tuyo. Hay elementos aislantes, como la lana de vidrio, que cubren su superficie y evitan que pierdan aún más calor.
4. Aumentar la temperatura del termo eléctrico
Si aumentas la temperatura del termo, el agua saldrá más caliente, por lo que en la ducha abrirás el grifo más hacia el agua fría para regularla. Acabarás gastando menos agua caliente que antes y, además, durará más tiempo.
Otra opción es ajustar la temperatura del termo a 45 °C. Por defecto, la mayoría de termos eléctricos suelen venir programados a una temperatura base de 60 °C. Sin embargo, unos 45 °C son suficientes para calentar el agua de una ducha o un grifo. Si quieres ahorrar en la factura de la luz, no dudes en bajar estos 15 °C.
5. Aprovecha el lavavajillas
Como es lógico, mete todo cuanto puedas en cada programa del lavavajillas para ser lo máximo eficiente posible y no fregar con agua caliente, procurando siempre apartar aquellos objetos que deberían lavarse a mano, como la cristalería delicada, los utensilios de madera o los accesorios de hierro.
6. Contratar una tarifa de discriminación horaria
Las tarifas de discriminación horaria de la luz son aquellas que establecen diferentes precios para la energía según el momento del día y el día de la semana que se realiza el consumo. Si las tienes contratada, podrás calentar el agua del termo eléctrico cuando la electricidad sale más barata. Si tienes una tarifa de la luz fija, por otro lado, no podrás aprovecharte de estas fluctuaciones del precio de la luz para ahorrar.
7. Utilizar un programador
Si tienes un termo eléctrico programable, o quieres comprarte uno nuevo, cógelo que tenga la opción de programar para que puedas ajustar la temperatura, los horarios de uso, la potencia… a tu parecer. El resto del tiempo se apagará para ahorrar energía, pero manteniendo el agua caliente.
8. Elegir un termo con la mayor eficiencia energética
Si tu termo es antiguo, es probable que haga un gasto energético mayor que uno de última generación o más nuevo. La mayoría de marcas tienen a la venta termos eléctricos muy eficientes a nivel energético que a la larga te ayudan a ahorrar. ¡Sucede lo mismo que con el resto de electrodomésticos!