Para elegir olla debes tener en cuenta la calidad del material, el tamaño, el indicador de presión y los accesorios. Curiosidad o dato: olla exprés y olla rápida no son lo mismo. La primera acorta tiempos de cocción en un 50% respecto al tiempo «normal» de cocinado. La olla rápida reduce ese tiempo en un 70%. La diferencia está en los bares de presión que alcanza el interior.
LA CALIDAD DEL MATERIAL
La presión que se genera en el interior de la olla es alta. A mejores materiales, mayor resistencia. Lo más recomendable es que la olla exprés sea de acero inoxidable (no se deforma ni deteriora con el uso). Concretamente, una buena aleación sería acero inoxidable 18/10. Si la base está reforzada, además, la olla se calienta más rápido y se distribuye mejor el calor. El plástico del mango y asas es muy resistente.
EL TAMAÑO DE LA OLLA EXPRÉS
Aquí entran en juego dos factores: ¿Cuántas personas sois en casa o para cuántos usarás la olla? y qué espacio tienes para guardarla? Las ollas exprés son de varios tamaños, desde 2,5 litros (para 1 o 2 personas) hasta 10 litros (para 8 personas). En medio la de 6 litros (para 6 personas) la más habitual para cocinar cuando hay invitados o para que sobren raciones.
EL INDICADOR DE PRESIÓN
Cada alimento requiere una presión. En los modelos antiguos no se controlaba la presión (la válvula giraba siempre igual). Ahora la válvula de la olla exprés sirve para «sacar» parte del vapor e indicar la presión. A más temperatura, más presión. Es primordial que la olla cuente con válvula de seguridad para evitar excesos de presión (algunas tienen avisador acústico para saber cuándo abrirla).
DATOS QUE TE SERVIRÁN DE ORIENTACIÓN
Como orientación, al elegir olla exprés para tu cocina, ten en cuenta que su potencia debe estar entre 600W y 1000W; que una buena capacidad está entre 4 y 9 litros y que es preferible que se pueda ajustar la temperatura entre 90-200°C o que tenga al menos un par de niveles de presión diferentes (así podrás variar según lo que cocines porque las verduras precisan menos presión que la carne).
¿POR QUÉ USAR UNA OLLA RÁPIDA AL COCINAR?
Porque ahorras energía, agua y tiempo. El ahorro de agua va del 50% al 70%, el uso de luz y gas también será mínimo (lo que contribuye también a la conservación del medio ambiente) y los tiempos de cocción se reducen hasta un 70%. Imagínate tener listo un arroz en menos de 8 minutos pero con todos los nutrientes. Porque la cocción al vapor es sana y conserva vitaminas, sabor y olor (esto es debido a que los alimentos no están en contacto con el aire).
Tras estos consejos, ahora ya solo te queda elegir…