Dependiendo de la época del año en la que nos encontremos, es posible que notemos que el aire está menos húmedo, lo que provoca dificultades al respirar o alergias por ejemplo.
La mejor forma de combatir estos síntomas es el uso de un humidificador y te lo contamos todo acerca de los humidificadores y beneficios para el bienestar de tu hogar y de la salud de los tuyos.
Lo que debes saber
Lo primero de todo es averiguar si tu hogar realmente lo necesita; para ello una de las mejores maneras de comprobar el grado de humedad de tu casa es a través de un dispositivo llamado higrómetro. Lo más aconsejable es que la humedad se encuentre entre un 30 y un 50%.
Consejos
- Es preferible utilizar un humidificador de vapor frío o ultrasónico, ya que los de vapor caliente pueden causar quemaduras si una persona se acerca demasiado.
- Siempre ubicarlo en una posición segura, alejada de los bordes de la superficie donde lo situemos como una mesa. Para evitar posibles caídas o que le demos un golpe al pasar.
- No dejarlo funcionar durante mucho tiempo. Hay modelos que nos permiten elegir un tiempo de 1, 3 o 6 horas de funcionamiento.
- Limpiar diariamente para evitar que se multipliquen las bacterias que pueden surgir en aguas estancadas.
- Si lo estás utilizando para aliviar problemas respiratorios, es recomendable que utilices agua destilada. Ya que el agua del grifo puede acumular minerales y lanzarse al agua en forma de polvo blanco y empeorar los problemas.
Beneficios
- Reduce los problemas de electricidad estática.
- Está indicado para niños y personas mayores, éstos son más sensibles a la sequedad ambiental.
- Mejora los síntomas de enfermedades respiratorias. Ya sean crónicas o agudas, enfermedades como asma, alergias, catarros… se caracterizan por la sequedad en las vías respiratorias.
- Mejora la sensación de sequedad en la piel. Sequedad en los ojos, los labios, la piel …
- Evita las grietas en tu hogar. Tanto en las paredes o incluso en los muebles.
Tipos de humidificadores
- Humidificadores de vapor frío (ultrasónicos): normalmente este tipo de aparatos funcionan mediante ultrasonidos que evaporan el agua del recipiente. Son más ventajosos que los demás tipos ya que no tienen una fuente caliente por lo que son útiles también en verano; el vapor de agua que producen es más fino y fácil de inspirar.
- Humidificadores de vapor caliente: utilizan la evaporación por calor. Son más baratos pero suponen un peligro al utilizar calor; además de aumentar la temperatura ambiente.
- Humidificadores de aire frío: técnicamente no se tratan de humidificadores como tal. Funcionan presurizando el aire que absorben de la habitación a través de un filtro empapado en agua para luego expulsarlo de vuelta una vez humedecido. Son los menos efectivos de los que hemos comentado.
Formas de uso
Su funcionamiento es algo muy sencillo, son aparatos que funcionan con energía eléctrica; en este caso los que suponen un mayor peligro son los de tipo caliente ya que hierven el agua.
Para que duren durante mucho tiempo en nuestros hogares debemos vigilar:
- Limpieza: aclararlos bien tras cada uso para impedir la formación de bacterias en el agua estancada. Con agua y jabón neutro será suficiente. Cambiar el agua a diario será fundamental.
- Usarlo cuando sea necesario: cuando por ejemplo tengamos problemas respiratorios, la sequedad del ambiente o sintamos que se nos resecan demasiado los ojos.
- Ubicarlo en un lugar seguro: para que no se nos caiga por accidente al dejarlos demasiado cerca del borde de la mesa o cerca de los niños o de las mascotas.