El certificado energético es un documento obligatorio que debe tener todo propietario que quiera vender o alquilar una vivienda. Este documento califica a dicha vivienda con una letra, que va de la A hasta la G. Dicha letra informa sobre la eficiencia energética del edificio, siendo la A la mayor calificación y la G la menor. Esta última representaría que la vivienda no tiene ninguna eficiencia energética.
Además de esa calificación, el certificado energético incluye información sobre la generación de CO2 de la vivienda, una descripción de sus características energéticas (orientación, cómo produce energía, situación…) y el consumo que hace.
También suele incluir recomendaciones de mejora cuando la casa no tiene una buena calificación de eficiencia.
¿Cuál es el objetivo del certificado energético?
En la Unión Europea, la construcción es lo que más energía consume. Por eso, las directivas europeas, de las que emana el certificado energético, buscan optimizar y reducir ese consumo.
Para la reducción, una de las medidas es la certificación. Con ella se intenta que los propietarios, compradores e inquilinos, sepan su consumo potencial de energía.
También se quiere que conozcan las opciones que tienen para optimizarlo y reducir las facturas de electricidad y gas. La premisa es que el primer paso necesario para reducir el consumo es conocerlo.
El certificado energético pretende conseguir esto e incentivar a los propietarios a rehabilitar energéticamente sus viviendas.
Medidas para mejorar la eficiencia energética del hogar
Algunas de las principales medidas que puedes llevar a cabo son:
- Arreglos en fachadas.
- Sustitución de calderas.
- Cambio de electrodomésticos.
- Cambios a bombillas eficientes.
- Sustitución de las viejas ventanas por unas de calidad.
¿Cuáles son los pasos a seguir para conseguir un certificado energético?
Para obtener el certificado energético, hacen falta cuatro pasos:
- Contactar con un técnico certificador para su visita: El técnico hace un plano de la vivienda y analiza cerramientos, materiales, ubicación, orientación…
- El cálculo de la certificación energética: El técnico utiliza todos los datos que ha recogido para calcular la eficiencia energética de la vivienda, asignando una de las letras (desde la A a la G).
- Entrega del informe al propietario: Además de la letra con la calificación, el propietario recibe un documento de varias páginas con los detalles y recomendaciones para la mejora de la eficiencia energética de la vivienda.
- Registro del certificado en el organismo autonómico: A continuación, el certificado se registra en el organismo autonómico que corresponda. Es obligatorio hacerlo por parte del propietario. Un certificado sin registrar es lo mismo que no tener uno.