Las nuevas placas de flex inducción se caracterizan por detectar automáticamente la forma y tamaño de los utensilios en contacto con ellas, consiguiendo mucha más libertad a la hora de elegir el recipiente con el que cocinar. Los sensores de las placas se distribuyen por zonas, que pueden combinarse entre sí para funcionar con recipientes de gran tamaño o de diversas formas. También son más eficientes. Se trata de una gran innovación para los amantes de la cocina y para quienes hacen un uso intensivo de ella.
De hecho, no importa que sean grandes o pequeños, la placa los detectará, calentando tan solo el área de contacto entre ambos elementos. Gracias a los sensores, se reconoce el recipiente y calienta solo la zona que corresponde a su tamaño. Así, si por ejemplo quieres cocinar en una paellera, las zonas de cocción se combinan entre sí para calentar la superficie.
Otra de las ventajas de las placas de flex inducción es que permiten el uso de recipientes cuadrados, rectangulares u ovalados, además de los redondos de toda la vida, ya que adaptan el calor a la superficie que ocupan estos recipientes. Así, el resto de la placa no se calienta, por lo que el consumo eléctrico se reduce al máximo, lo que conlleva un ahorro de energía.
También permiten que, en una sola zona de cocción, se puedan colocar varias cazuelas o sartenes e, incluso, cocinar en ellos a diferentes temperaturas. De hecho, sus zonas de cocción son más grandes que en las placas de inducción convencionales, de forma que sacarás mucho más rendimiento a la placa.
A todo esto se suma, que las placas de flex inducción ofrecen todas las ventajas de las placas de inducción convencionales: rapidez, seguridad, facilidad de limpieza y eficiencia superiores a otras alternativas como las placas vitrocerámicas.
Existen modelos de placas de flex inducción que cuentan con funciones más avanzadas. Estas son algunas:
- Calentamiento ultra rápido (para hervir agua, por ejemplo).
- Ajuste automático de la potencia de la placa para mantener el área de cocción a una temperatura constante.
- División de zonas por temperaturas (alta, media y baja)
- Memorización de los ajustes aplicados a cada uno de los utensilios con los que estés cocinando, que además pueden transferirlos a cualquier punto de la placa si tenemos que moverlos.
- Con solo pulsar un botón, permiten dividir la zona flexible en tres partes, asignando a cada una de ellas una temperatura distinta: potencia máxima en la parte delantera para hervir, potencia media en la central para cocinar a fuego lento, y potencia mínima detrás para mantener caliente. Además, cada zona se activa de forma automática cuando se utiliza para no tener que hacerlo manualmente.
- Control de consumo: algunos modelos indican la energía que se está consumiendo en cada momento.
- Pantalla táctil.
- Avisadores acústicos de fin de cocción.
- Programadores de tiempo.
- Control inteligente desde el móvil. Hay modelos con que permiten seleccionar desde cualquier lugar las diferentes potencias para cada zona de cocción, programar la alarma, utilizar el cronómetro o sacarle el máximo partido al Control de temperatura del aceite.