El uso de dispositivos electrónicos para medir la temperatura del cuerpo de las personas se ha convertido en una imagen cada vez más habitual en aeropuertos, estaciones de metro y sitios públicos.
Las cámaras termográficas, también conocidas como escáneres térmicos, son unos dispositivos que indican la temperatura corporal de una o varias personas de manera simultánea.
Existen dispositivos en formas de arco, pistola e incluso casco que son capaces de indicar, al momento, la temperatura corporal de varias personas.
Una tecnología innovadora capaz de cuantificar el calor de personas u objetos en movimiento y de detectar si alguien tiene una temperatura más elevada de la normal.
Si bien las cámaras termográficas han sido utilizadas hasta el momento para hacer frente a incendios gracias a las lentes infrarrojas de las que disponen, lo cierto es que la pandemia de coronavirus las ha convertido en unas herramientas que han adquirido un papel importante en la lucha contra la covid-19.
Unas herramientas muy útiles en espacios con gran afluencia de persona que, función de su tecnología, realizan la medición mediante termómetros infrarrojos o cámaras térmicas.
Según los profesiones del sector, las cámaras son uno de los sistemas más flexibles, ya que no requieren que las personas a la que se le va a realizar la medición se detengan frente a ella, algo que sí sucede con los termómetros infrarrojos con forma de pistola. Además, las cámaras térmicas permiten realizan la medición a varias personas al mismo tiempo, lo que hace que se emplee menos tiempo en el proceso.