La humedad que se produce en las duchas, los baños, de la plancha o de la cocina, pueden llegar a aumentar mucho el índice de humedad en nuestra casa. Si la humedad se estanca y se concentra en nuestra vivienda, puede dar lugar al fenómeno de la condensación y a la aparición de hongos.
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Causas de la condensación:
- Ventilación insuficiente.
- Aislamiento térmico insuficiente en los cerramientos.
- Aislamiento térmico insuficiente de los vidrios o de los perfiles de las ventanas.
- Defectos de construcción.
- Calefacción colocada en el lugar incorrecto (no dispuesta debajo de la ventana).
- Utilización de la calefacción intermitente de forma errónea.
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Efectos de la condensación en la vivienda:
Aparición de moho, vaho en los cristales, dificultades para calentar la casa, malos olores…
- Efectos de la condensación en la salud:
Enfermedades como el asma, sinusitis, alergias de tipo respiratorio, cefaleas…
¿Cómo solucionar la condensación?
- Instalar ventanas con un buen aislamiento térmico: si nuestra ventana no es buena aislante, la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda puede provocar que el agua se condense en los cristales y aumente la humedad. Para evitarlo podemos instalar ventanas con vidrios bajos emisivos y carpinterías con un buen aislamiento (trasnmitancia térmica inferior a 2), como las de PVC.
- Instalación de ventanas con perfiles de ventilación controlada: Estos sistemas permiten el paso controlada de aire del exterior sin que la ventana pierda propiedades acústicas o térmicas. Gracias a una tapa desplazable, se puede calcular exactamente la velocidad de renovación del aire y adaptarse a cualquier necesidad.
- Ventilar: lo mejor para evitar la condensación en el hogar es ventilar de 5 a 10 minutos al día. La ventilación por corriente cruzada es la mejor, porque en poco tiempo el aire se renueva por completo y las paredes y techos casi no se enfrían, lo que implica una leve pérdida energética.
- Deshumificador: otra forma eficaz de reducir los problemas de condensación es instalar deshumificadores en los lugares más húmedos de la casa, como baños o cocinas. El objetivo es que el deshumificador mantenga la humedad ambiental por debajo del 50%.