Cada vez tenemos más claro que un estilo de vida saludable es una suma de varios aspectos, entre los que la práctica regular de ejercicio y una alimentación saludable ocupan un lugar importante.
Y aunque no se trata de pasar de 0 a 100, es decir de tener una vida muy sedentaria a correr una maratón, o de alimentarse de ultraprocesados a solo comer frutas y verduras, podemos ir introduciendo pequeños hábitos en nuestro día a día que sean sencillos y, sobre todo, que nos aporten una mayor calidad de vida.
Por ejemplo, en lo que se refiere a nuestra dieta, existen nuevos electrodomésticos que nos ayudan a buscar alternativas más saludables para consumir una gran variedad de alimentos.
La freidora de aire es, en ese sentido, un aparato muy recomendable puesto que cocina los alimentos de una forma más sana y permite consumir mucho menos aceite de lo habitual. De este modo, y en comparación con la fritura tradicional, generan significativamente menos grasa, lo que se traduce en una menor ingesta de calorías. Tampoco hay que olvidar que un consumo excesivo de grasa está directamente relacionado con las enfermedades de tipo cardiovascular.
El funcionamiento de las freidoras sin aceite es similar al de un horno de convección. Dispone de una resistencia, generalmente situada en la parte inferior que emite calor y un ventilador que distribuye ese calor por todo el cajón de la freidora, envolviendo los alimentos y cocinándolos de forma uniforme.
Además, cuenta con pantalla donde es posible seleccionar tiempo, temperatura y a diferencia de los hornos, incluye preparaciones específicas, para poder cocinar por ejemplo pollo, pescado, pizza o postres.
Esa es una de sus grandes ventajas, que son fáciles y cómodas de usar, pero también de limpiar. Para ello, con la freidora de aire desenchufada y fría, extrae todas las piezas del recipiente principal y con ayuda de un papel de cocina retira todo el aceite o restos de alimentos que hubiera en su interior. A continuación, puedes limpiar a fondo todas las piezas con jabón de lavavajillas, agua caliente (o tibia) y la cara no rugosa de una esponja. Conviene limpiarla después de cada uso para que no acumule suciedad.
Otra de las principales ventajas de la freidora de aire es que no causan tanto olor debido a que el aire o el vapor que expulsan es infinitamente menor que el de las freidoras convencionales.
El funcionamiento de este electrodoméstico es bastante rápido, ya que su tiempo de precalentado es bastante más reducido que el de un horno convencional, así que los platos están listos en poco tiempo y se consume menos energía, lo cual es un dato importante con los precios actuales de la luz y el gas.
Aunque, como hemos mencionado, el principal beneficio a destacar es el menor consumo de grasas y colesterol en el alimento. Se calcula que los alimentos son cocinados hasta con un 80% menos de aceite.