El funcionamiento de un sistema de control inteligente de iluminación es bastante sencillo cuando ya está instalado. Su tecnología de conectividad aporta soluciones a nuestras necesidades y nos facilita el control de las zonas iluminadas. De modo que lo podamos controlar y monitorizar de forma remota desde un altavoz, una tablet o un móvil inteligente.
Para conseguir tener acceso a los sistemas de iluminación de nuestra vivienda, existen varios dispositivos en el mercado que luego veremos. Pero, sí podemos adelantarte que la mayoría tienen muchas características similares:
- Gran conectividad inalámbrica como alámbrica.
- Contienen un sistema de regulación de intensidad eléctrica (Dimmer).
- Permiten integrarse a un sistema de automatización general.
- Pueden remplazar a interruptores convencionales.
Estas características pueden darse siempre y cuando se apueste por dispositivos y fabricantes compatibles entre sí. Es decir, los dispositivos que incorporemos al control de nuestra iluminación deben permitir la integración de productos de otras marcas. Por ejemplo: pueden contener ambos dispositivos, servicios IFTTT que permiten programar rutinas de automatización con asistente de voz.
Otro factor que afecta al funcionamiento de los dispositivos es la conectividad. Si tu idea es instalar pocos dispositivos de manera inalámbrica, una de las opciones más usadas y sencillas es la red Wi-Fi.
Si por el contrario buscas domotizar la iluminación de toda la vivienda, sustituyendo las bombillas, enchufes, farolillos exteriores, televisores o proyectores, leds de escenarios… en este caso lo mejor es apostar por un sistema que logre conectarlos a todos a través de una conexión tipo broadcast con un rúter. Esto nos permitirá tener una monitorización en tiempo real.
¿Qué dispositivos domóticos existen para el control de iluminación?
Si ya sabemos qué necesidades de control de iluminación requiere nuestra vivienda, debemos conocer qué dispositivos encontramos en el mercado y sus diferencias: Controladores, actuadores y sensores.
1. Controladores
Este tipo de dispositivos se comunican a través de protocolos TCP/IP. Su función es controlar y comparar las señales que llegan de los sensores y enviar mensaje a los actuadores de manera alámbrica o inalámbrica. Gracias a ellos podemos tener un control absoluto de la intensidad y la composición de la luz en todos los dispositivos de iluminación domótica. En el mercado los podemos encontrar como pulsadores de colores (RGB), en forma de aplicación para smartphone o en forma de monitor táctil inteligente.
2. Actuadores
Son los encargados de ejecutar los mensajes que envía el controlador en el preciso instante de tiempo. Pueden abrir o cerrar la alimentación energética de tal forma que se consigue regular la intensidad de luz hasta la consigna deseada. Nos permiten controlar diferentes luces domóticas por medio de cable o de forma inalámbrica vía bluetooth o Wifi. En el mercado los podemos encontrar en formato de Dimmers, bombillas incandescentes, halógenas, vapor sodio, Leds o fluorescentes.
3. Sensores
Los sensores son una de las partes más importantes de las instalaciones domóticas. Ya sea de seguridad, iluminación, sonido u otras; nos permiten tener un control más exhaustivo sobre lo que sucede en nuestra vivienda. Son esenciales si queremos obtener un ahorro en el consumo de la luz. Podemos programar rutinas de encendido/pagado mediante horarios de luz exterior/interior, iluminar un área de forma automatizada, captar movimiento para activar los actuadores o en caso contrario, apagar las luces de forma automática al poco tiempo de registrar la falta de presencia.