Por lo general, cuando nos planteamos esta pregunta es por qué disponemos un sistema de calefacción tradicional con caldera de gas o gasoil y radiadores. La respuesta es que sí se puede.
El uso de un equipo de aerotermia con radiadores es algo posible, aunque debemos distinguir que modelo de bomba de calor vamos a instalar y que tipo de radiadores disponemos en la vivienda.
Según el modelo de radiador
Los radiadores han ido evolucionando gracias a los nuevos materiales que han ido apareciendo y a las técnicas de fabricación. Inicialmente, los radiadores eran de hierro fundido, eran muy pesados y estaban formados por tubos de hierro unidos, formando un laberinto por el que se hacía pasa el agua hirviendo o el vapor de agua. Al tener mucho material tardaban un poco de tiempo en calentarse ellos y luego en irradiar el calor. Sin embargo, se mantenían por más tiempo calientes, lo que se aprovechaba para mantener el calor en las habitaciones.
Con posterioridad se empezó a utilizar el aluminio y el acero; con estos materiales se conseguían radiadores más baratos, puesto que son materiales más fáciles de trabajar. En cuanto a su funcionamiento, al estar construidos con tuberías y planchas más delgadas, se calientan más rápidos emitiendo calor al ambiente antes. Además, la temperatura del agua no debe ser tan alta, entre 80 °C y 90 °C, por lo que ayudan a consumir menos energía, bien sea gas, gasoil o electricidad. Sin embargo, cuando deja de circular el agua caliente por su interior, se enfrían antes que los de hierro.
Por último, nos encontramos con los radiadores de baja temperatura. Estos se construyen básicamente de aluminio, pero se les añaden unos pequeños ventiladores que ayudan a que el aire circule por su interior. Esto hace que se consiga una calefacción por convección a la que se suma el calor que se irradia a través de las paredes del propio radiador. De esta manera, el agua que circula por ellos puede tener una temperatura un poco más baja, entre los 40 °C y los 45 °C.
Según el modelo de bomba de calor de aerotermia
Los equipos de aerotermia que debemos tener en cuenta son dos; uno normal o de baja temperatura y otro de alta temperatura. El primero es un equipo que se instala de forma más habitual y tiene como limitación que solo puede calentar el agua hasta los 50 °C o 55 °C. Esto puede ser una limitación en función del tipo de radiadores que tengamos instalados, en el caso de querer aprovecharlos. Cada radiador tiene unas características y propiedades para funcionar en unas condiciones determinadas; si esas condiciones cambian, su rendimiento o eficiencia varia.
Por otro lado, los equipos de aerotermia de alta temperatura son capaces de aportar agua a 80 °C u 85 °C, por lo que son más idóneos para los radiadores tradicionales. Esto lo consiguen gracias a tener un doble circuito de compresión con dos gases diferentes, de modo que hay dos etapas, en la primera se consiguen temperaturas de 50 °C o 55 °C y, en el segundo, se parte de esa temperatura para llegar a los 85 °C.
Sin embargo, tienen algunos contras por los que no se instalan en gran cantidad. El primer motivo es que necesita en su interior dos compresores y dos circuitos de gases frigoríficos, lo que hace que sea como tener dos bombas de calor juntas. Esto evidentemente influye en su precio. Otro hándicap que tiene es su mayor consumo eléctrico; al necesitar alimentar a dos compresores en vez de solo a uno como el resto de equipos de aerotermia.
¿Qué tipo de bomba de calor de aerotermia funciona mejor con cada radiador?
En principio, cualquier bomba de calor puede funcionar con cualquier tipo de radiador. No obstante, en función de la combinación que realicemos, la calefacción de aerotermia con radiadores funcionará mejor y obtendremos un mayor confort.
Fuente: https://www.hogarmania.com/