Desmontamos uno de los mitos más extendidos sobre las placas solares en climas fríos: sí, los paneles solares funcionan perfectamente en invierno.
La creencia de que los paneles solares no funcionan durante el invierno es un mito común. Aunque la disponibilidad de luz solar puede ser menor, la eficiencia de los paneles solares no se ve afectada significativamente por las bajas temperaturas. Es decir, son sistemas capaces de convertir luz solar en electricidad en climas fríos, incluso bajo cero. Esto se debe a que absorben la energía de la luz del sol, no del calor.
Ventajas y desventajas
Ventajas: Las bajas temperaturas del invierno ayudan a mantener la eficiencia de los paneles solares. Además, los cambios volátiles del precio de la electricidad hace que la generación de energía propia sea aún más beneficiosa.
Desventajas: La menor exposición al sol y la acumulación de suciedad y nieve pueden reducir ligeramente el rendimiento de los placas solares en climas fríos.
Rendimiento y eficiencia
Aunque generen menos energía eléctrica en climas fríos, el rendimiento y la eficiencia de los paneles solares en invierno siguen siendo notables. Una inclinación y orientación adecuadas, junto a un mantenimiento regular, pueden optimizar su funcionamiento incluso en las condiciones climáticas adversas.
De hecho, si relacionamos la electricidad producida cada día con las horas de sol que han aprovechado los paneles fotovoltaicos, veremos que el rendimiento es similar en invierno y en verano. Pero, como decimos, para maximizar su eficiencia debemos adecuar la inclinación y orientación de las placas para que consigan una producción óptima todo el año.
Impacto de la nubosidad y la nieve
Aunque la nubosidad puede disminuir hasta en un 20% el rendimiento de los paneles solares en invierno, la luz difusa sigue permitiendo la generación de energía.
No obstante, la acumulación de nieve puede bloquear completamente la luz del sol, afectando temporalmente la producción de energía. Los fabricantes lo saben y por eso realizan la instalación de placas fotovoltaicas con una pendiente adecuada.
Esto ayuda a que las placas tengan la inclinación adecuada para provocar la caída de la nieve con mayor facilidad. Así la superficie de los paneles solares en invierno queda libre para recibir los rayos del sol.