Las chimeneas eléctricas son una opción muy popular para calentar la casa en invierno, pues destacan por su diseño sencillo y elegante, además de que proporcionan a la vivienda calidez.
Sin embargo, su estética no es su máximo atractivo, ya que las chimeneas eléctricas son portátiles, no requieren de instalación previa y tampoco dejan humos ni olores extraños. Utilizarlo es tan sencillo que tan solo debemos enchufarlo a una toma de corriente y disfrutar del calorcillo que desprenden sus llamas falsas. A todo esto, también destacan por su diseño versátil y compacto: cabe en cualquier lugar y se adapta a la decoración o estilo de la habitación.
Respecto a su consumo energético, depende mucho de la potencia del modelo y el tiempo de uso. En general son estufas eficientes, siempre y cuando se haga un buen uso de ellas.
Características y ventajas de una chimenea eléctrica
Es ideal para calentar la estancia en la que se instala en cuestión de minutos, pudiendo escoger diferentes niveles: 1000 W o 2000 W. Es muy sencilla de utilizar, ya que solo tendrás que enchufarla a la luz como un aparato más de tu casa y estará lista para ser usada. Además, un punto muy a favor que la diferencia de una real es que no necesita ser limpiada, ni emite humo.
Tiene un efecto luminoso que simula la imagen de unas llamas, lo que produce un ambiente cálido y acogedor, e incluso romántico. Es por ello que podrás encender la función lumínica y disfrutar de esta sin necesidad de encender la opción del calefactor. Es ideal para todas las estaciones del año, ya que no solo dará calor en las más frías, sino que servirá como decoración para tu estancia en las más calurosas, ya que dará un toque especial y personal a tu casa.
Tiene un seguro contra el sobrecalentamiento, lo que hace que se desconecte automáticamente en caso de que pueda haber algún fallo, como una sobretensión. Podrás dormir mucho más tranquilo y con toda la seguridad mientras la chimenea en funcionamiento.