Con el término ‘domótica’ englobamos todas las tecnologías que nos ayudan a automatizar y controlar cualquier elemento de una vivienda u oficina. De esta forma podemos automatizar algunas funciones no solo de los electrodomésticos, sino también de cualquier elemento fijo, como puertas, ventanas, persianas, cortinas, etc.
El objetivo principal de esta automatización es el ahorro energético y, con él, la reducción de las facturas de energía y la prevención de roturas y deterioros acelerados de los elementos automatizados. Además, también obtenemos un gran beneficio, que es la comodidad y el aumento de la calidad de vida.
En resumen, un sistema domótico es una herramienta que hace que los edificios, viviendas y oficinas sean más confortables, ecológicas y funcionales. La funcionalidad es un requisito indispensable para adaptar una vivienda u oficina a las personas con alguna discapacidad, de edad avanzada u otras exigencias.
Además, según un estudio del IDAE realizado hace algunos años, se comprobó que una vivienda inteligente puede ahorrar hasta un 80 % en iluminación, hasta un 25 % en aire acondicionado, hasta un 17% en calefacción , etc. comparándola con otra vivienda similar sin automatizar.
La vivienda inteligente necesita para funcionar de un cerebro que reciba información de la situación de todos los elementos automatizados, tome una decisión en función de diferentes criterios que le establecemos y actúe sobre los diferentes electrodomésticos o accesorios.
Esto es posible gracias a diferentes sensores y elementos de actuación que se instalan en los electrodomésticos o pequeños motores eléctricos instalados en cada accesorio a controlar en la vivienda. Para recoger la información de los sensores y remitir las ordenas a los elementos de actuación se necesita una red de cableado LAN, por internet o más común por WIFI.
La dificultad que se plantea al integrar un sistema domótico con todos los electrodomésticos y el resto de elementos de una vivienda es la comunicación entre estos y el cerebro de la instalación, sobre todo con los electrodomésticos. Esto sucede puesto que hoy en día muchos de estos ya pueden conectarse y cada fabricante les dota de un sistema de comunicación con un software y lenguaje propios. Por ello, los profesionales que los instalan, deben conocer los diferentes sistemas domóticos para adaptar los diferentes lenguajes para una perfecta comunicación.
Por otro lado, los todos fabricantes de sistemas domóticos desarrollan diferentes dispositivos de comunicación para que todo en una vivienda pueda estar conectado a la domótica. Es lo que los expertos llaman el internet de las cosas.
Por ejemplo, los nuevos electrodomésticos son denominados como Smart, tanto televisores, equipos de música, frigoríficos, lavadoras, etc. Esto es debido a que llevan integrado un sistema de comunicación, por lo que se conectan e integran en una red doméstica de comunicación y con ello a un sistema domótico.