Existen ciertos objetos, materiales o sustancias que requieren un reciclaje específico y que nos despiertan las dudas al no saber con exactitud dónde debemos depositarlos y cuáles son las consecuencias si no lo hacemos correctamente. Aquí resolvemos estas dudas respecto a varios de ellos.
1. Pilas
Las pilas han de depositarse en los puntos limpios o en los contenedores específicos para ellas, que suelen estar ubicados en los establecimientos que las comercializan o en algunos municipios en las vías públicas. El procedimiento de reciclaje se determina en función de su composición y peligrosidad, proceso regulado por el Reglamento (UE) 2023/1542 relativo a las pilas y baterías y sus residuos.
2. Aceite usado
En España se estima que dos tercios del aceite usado acaban en el mar. La vía más común por la que llega hasta ahí es a través de los fregaderos de los hogares, ya que al tirarlo se adhiere a las paredes de las tuberías y llega hasta él junto con otros alimentos y suciedad.
Entonces contamina las aguas creando una película que impide el intercambio de oxígeno y causa daños a la fauna y flora.
Por otra banda, si se quema emite sustancias muy tóxicas a la atmósfera.
Para su correcta gestión se debe depositar en el punto limpio o los contenedores específicos situados en la vía pública, en mercados o en instalaciones municipales que existen en algunas comunidades españolas.
3. Cuchillas de afeitar
Este tipo de residuos cuentan con dos materiales principales: el acero inoxidable de la cuchilla y el plástico del mango. A pesar de su composición, esta herramienta no es un envase, por lo que nunca debemos depositarlas en el contenedor amarillo, lo idóneo es llevarlas a un punto limpio, ya que no deshacerse de ellas de forma adecuada implica, además de riesgos para el medioambiente, riesgos para la salud de terceras personas, ya que están catalogadas como residuos domésticos peligrosos.
4. Bombillas
Las bombillas, al igual que las maquinillas de afeitar eléctricas, están consideradas aparatos eléctricos o electrónicos, por lo que deben depositarse en el punto limpio o en los puntos de venta de los distribuidores eléctricos, comercios como ferreterías, garantizando así su correcta recogida y tratamiento final de este tipo de residuo.